Trabajamos casos desde cachorros de 60 días que recién se suman a una familia hasta casos de perros adultos que incluso han matado a otros perros y/o herido personas. No excluimos por complejidad, edad ni raza. Nuestro único requisito es el compromiso de la familia.
La respuesta más simple y directa es no. Contamos con algunos de los entrenadores con más reconocimiento a nivel nacional, pero eso poco tiene que ver con los resultados que vos logres conseguir.
Ningún tratamiento, ni aunque sea con el mejor de los profesionales, va a tener resultado si no contamos con tu compromiso. La situación actual de tu perro es el mero resultado de la convivencia entre vos y él desde el día que llegó a tu casa.
Este servicio funciona como puntapié para los cambios que vos vas a tener que realizar en el día a día de la interacción y comunicación con tu mejor amigo. Si buscas a un adiestrador o entrenador que solucione los problemas solo con algunas órdenes, este servicio no es para vos.
De vuelta, la respuesta más simple es “no”. Portarse bien o mal es una etiqueta humana para conductas que nos son más o menos agradables desde nuestra perspectiva.
La mayoría de “problemas de conducta” surgen de la falta de comprensión entre el ser humano y el perro, dos especies con un lenguaje distinto pero una convivencia diaria.
Cuando un perro “se porta mal”, suele estar exteriorizando algún tipo de malestar o necesidad desatendida, que generalmente -de nuevo- surge de la falta de información por parte de nosotros como su familia.
La raíz y solución de la mayoría de problemas de conducta o convivencia, es la comprensión de la especie y sus necesidades básicas.
Nos apena que en 2025 siga siendo necesario aclarar estas cuestiones:
Los profesionales que trabajan por medio de Cooper no utilizan métodos agresivos; creemos en el refuerzo positivo como la principal herramienta para lograr resultados y el bienestar de los perros.
De igual manera, intentamos mantener un balance, entendiendo que los perros son cánidos, no humanos. Entenderlos y tratarlos como tales implica una de las mayores muestras de amor que podemos darles, más allá del cariño humano.
Para poder coordinar el primer encuentro, se exigirá el pago del mismo después de haberlo tenido.
Este primer encuentro no es una mera entrevista y ya se comienza con el abordaje del caso. Si se decide continuar luego de la primer sesión, se avanza con un mínimo de 4 sesiones (la realizada y tres siguientes). Se deben pagar las tres siguientes sesiones en un solo pago mediante transferencia o mercado pago.
Cooper garantiza la devolución del 100% del valor de las primeras cuatro sesiones si al finalizar el cuarto encuentro no hubo avances significativos, siempre y cuando 1) la familia se haya comprometido con el caso, 2) se hayan cumplido con las indicaciones del profesional y 3) haya existido frecuencia semanal.
La frecuencia semanal es más que relevante para la consecución de resultados. Las cuatro sesiones tienen validez semanal (cuatro semanas seguidas).
La experiencia nos respalda; podemos garantizarte avances significativos y resultados, pero necesitamos que te comprometas.
¡Te dejamos un video para que sea más fácil!
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